viernes, 8 de marzo de 2013
El conocimiento de la historia del país es indispensable para
que nos reconozcamos como unidad nacional y social frente a un mundo
globalizado y cada vez con fronteras más fluidas y cambiantes, y también para
reconocernos como personas y ciudadanos. Por eso, la historia no debe pensarse
como crónicas o noticias pasadas y en proceso de olvido.
La historia siempre es un presente, que está
actualizada en lo que cada uno somos, en cada una de nuestras acciones; es
decir, somos la historia de nuestra familia, de nuestra comunidad, de nuestros
amigos, de nuestros centros de estudio, de las formas en que avanzamos en la
construcción de nuestra vida, de los logros e, incluso, de las situaciones nada
gratificantes del país; la historia es, entonces, parte de nuestra identidad,
de lo que hemos llegado a ser como componentes de una gran acción colectiva que
ha estado formándose por años y que llega a actualizarse en nosotros, en
nuestra vida presente.
En ese sentido, la reflexión, el estudio y el interés
por la historia nos ayudan a comprendernos, a escarbar en la búsqueda de
respuestas y a iluminar los caminos certeros para no repetir errores pasados y
para buscar mejores objetivos como país. Esos objetivos están en eterna
transformación, pues las sociedades cambian y rehacen sus condiciones
constantemente.
Hay una constante construcción de la esencia
salvadoreña en la historia misma. Y esa construcción está íntimamente ligada
con los acontecimientos que en el tiempo han forjado lo que hoy conocemos como
patria. La historia cambia, y vive en el presente mismo...
Somos lo que somos debido a lo que
hemos sido. Pero para poder forjar una mejor nación, hay que aprender del país
que hemos construido y fijar nuestra mirada a la humanización y a una sociedad
con criterios diferentes, más justos, una sociedad más humana, una sociedad del
trabajo y de la unión de todos los actores nacionales.
La
historia y su estudio pueden contribuir a ello, porque nos hacen plantear metas
diferentes y nos llaman constantemente a no repetir los errores que también
están en nuestro presente.
0 comentarios:
Publicar un comentario